
¿Has tenido alguna vez ganas de desaparecer?
Días así, te acuerdas de aquello que se fue, aquella niñez que no volverá, aquella inocencia que nunca recuperarás.
¿Te acuerdas lo importante que eran las amigas? Nadie te las podía tocar, ellas eran lo mejor que tenías. Pero con el paso del tiempo te das cuenta que todo era una ilusión, una mentira, una falacia,...
Vuelvo a esos días en lo que todo te sobra, nada te llena; aunque sí, tengo ganas de algo, un abrazo de mamá, ¡qué bien me vendría! Un abrazo de aquellos en los que te pierdes, y sientes que eres muy pequeña, que no hay nada, lo suficientemente grande que pueda contigo.
En esos días, te vuelves nostálgica, solitaria, te cuesta un mundo hacer algo, porque nada tiene sentido para ti.
El mundo no para, sigue girando,
aunque para ti se mueve más despacio;
la gente sigue a tu alrededor hablando,
aunque para ti hablan demasiado alto...
Todo a tu alrededor sigue igual, sigue danzando,
pero para ti, en esos días , tu mundo permanece parado,
quieto, sin vida, haciendo un descanso.
Porque en esos días notas que algo ha cambiado,
has crecido y no lo has notados,
estás sola, más sola que de costumbre y eso, ahora, no te importa tanto.
Porque tarde o temprano, notas que algo ha cambiado...
0 comentarios:
Publicar un comentario