
Y será verdad que cuando el pececito
está triste todo le va mal.
El sol se olvida de salir
y los pájaros no cantan más.
Los días son grises y
la calma del mar, ya no está.
El pececito se pregunta:
"¿dónde estará mi felicidad?"
Sabe que no es duradera,
no confía en la eternidad,
pero anhela la ilusión que enamora,
aquella que te hace levitar.
El pececito ha cambiado,
se ha olvidado de bailar.
Ahora está serio y vacio,
siente que nada le puede llenar.
Sigue nadando día tras día,
sin saber que algo nuevo está por llegar...
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